sábado, 23 de octubre de 2010

Casitas de muñecas.

No se si os pasa, que siempre que se comienza una labor nueva, invariablemente empezamos por los niños, tal vez por que son pequeños y ellos son menos críticos que nosotros, o por que las telas, diseños y colores infantiles, nos alegran y nos trasladan a esa parte de nuestra vida, que nos negamos a abandonar.

Pero constantemente, comenzamos las labores, para los críos, colchitas, nanas, patucos, sabanitas, muñecos, cuadros …

Multitud de personajillos, se mezclan en la habitación de un bebé o de unos niños menores de ocho años, hadas, conejos, elefantes, enanos…

A partir de los ocho, comienzan los video juegos, y la verdad hacer un cojín a punto de cruz o una manta de patchwork con personajes de Kingdom Heart, o Final Fantasy no nos apetece nada, aunque de todo hay en la viña del señor.



Pero centrémonos en la etapa, “de creación infantil” por el momento. Esa es en la que realicé estas dos casas, la verdad es que tienen trabajo, por los detalles, jarras, vasos, sillas, escaleras, toallas etc… fueron muchos días de cambiar hilos, que es lo que mas me molesta cuando ataco una labor, a mi me gusta coger la hebra de “mari-moko” y estar así hasta que se acaba, pero lo de cambiar de color cada tres puntadas, es una tortura de chinos.

No obstante muchos de mis cuadros son así, con cien colores por banda.

El primer diseño lo saqué de la revista Labores del Hogar, es un diseño muy bonito, donde las paredes de la casita están realizadas en madera, y por dentro las habitaciones, pero a mi me pareció, una tarea ardua, tener que pedir a alguien que me realizase la casita en madera, a si que lo que hice, fue coser las paredes a punto de cruz, el tejado me quedó un poco “remendón” pero la verdad es que el resultado final, no está mal del todo.

El segundo es un diseño de la revista “Cuadros a Punto de Cruz” que como ya dije antes, aunque tardíamente, hubo una etapa donde ya podrías encontrar bastantes publicaciones sobre cuadros bordados.
Al enmarcarla, se me ocurrió que el paspartú fuese doble, y de la forma de la casita, tal y como venía en el diseño. Tengo que agradecer a Tañi, que siempre me hace lo que yo pido a la hora de enmarcar.
Quedó tan bonito, que hubo una época que lo tuve en la salita, luego al cambiarnos de vivienda, lo volví a poner en la habitación de una de mis hijas, donde actualmente está.
Ahora, que piensa remodelar la habitación, seguramente, y por falta de sitio, las dos casitas, irán a guardar al altillo, hasta que en la familia volvamos a tener, niñas pequeñas a las que les sirvan de decoración.

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