En vista del éxito que tuve con las casitas,y a pesar de llevar mil y una figuritas pequeñas, dado que ya había recopilado una gran cantidad de colores en madeja, pensé en realizar unos cuadros para el “office” de la cocina.
En la revista “Cuadros a punto de Cruz” encontré muchos modelos, pero no me decidía por ninguno, al final, realicé, estas dos bonitas “alacenas”, que me recordaron mi infancia en casa de mi abuela, también recuerdo en mi casa, un armario de cocina de color verde, que era lo que se llevaba entonces, y en todas las casas había uno, mi faceta de rescatadora de cosas pasadas, siempre quiso encontrar alguno que pudiese restaurar, pero lamentablemente no se a dado el caso.
A pesar de seguir los diseños de la revista, los colores son de libre albedrío, o lo que es lo mismo, los que se adaptaban y que tenía, por que así es original e intransferible.
La puntilla que se aprecia, es puntilla pegada con punto escondido, por que me gusta innovar, y los fallos que seguramente puedan tener mis labores, es que yo soy así, no suelo cuidar demasiado los detalles al milímetro, por que si no, sería como comprar de fábrica, todo igual. Pienso que las obras artesanas siempre tienen que tener algún fallo o cambio ,si no ,serian todas igualitas como en el mundo de la pequeña "Momo".
LA TIENDA DE GOLOSINAS ALEMANA
Este diseño lo encontré en la revista “Labores del Hogar” y venía con motivo de Navidad, aunque a mí, sinceramente desde el principio, siempre la imaginé en mi cocina, pues, con los tarritos, los estantes y todo lo demás, me llamaba poderosamente la atención.
Los tres cuadros formaban una bonita combinación, y los enmarqué en rojo fuerte con el paspartú también en rojo siempre me a gustado enmarcar los cuadros con los colores que le iban al motivo, nunca a la pared ni a la decoración por si luego los cambiaba de sitio, como así a sido, al cambiarme de casa, ahora están separados, pero creo que siguen siendo una bella composición.