Los Sabores de la Navidad.

Como cada año, ya llega la época más bonita de todas, y con ella los recuerdos de la infancia, y las costumbres de nuestros antepasados, recuerdos humildes cotidianos a los que todas las madres nos agarramos. Nostalgia, a veces tristeza, mucha melancolía, pero alegría por vivir una Navidad más con las personas a las que amas, y recordar con ternura aquellas que no están junto a nosotros, por cualquier circunstancia que nos trae la vida.

Época de cambio, de superación, de decoración y de satisfacción. Ponemos la casa “patas arriba”. El belén, el árbol, las velas, las bandejas con los dulces (esos que son la perdición de muchas de nosotras). Los regalos, la comida, (también la bebida aunque sin pasarse). La lotería, (la salud ,a quien no le toque). Los anuncios de perfumes, de juguetes y tantas otras cosas, que nos dicen a gritos ¡!!! Llega la Navidad!!!.

A las que nos gusta las labores, esta época es de mucho trasiego, queremos tener terminado todo aquello que empezamos en octubre , para lucirlo, y sacamos trabajos  que hicimos en años anteriores, y que ya no nos parecen tan bonitos como los actuales, pero si lo guardas unos años, llegará a nuestros hogares como “vintage”. Es decir, los adornos de la abuela, pero en francés que queda más chulo.

Personalmente, tengo cuadros de Navidad, expuestos todo el año. Al final tendré que ir guardando alguno, por que no paro de hacer y claro, ya no me quedan paredes en la casa, y no está la cosa como para cambiar a otra más grande.

El primer cuadro de Navidad que realicé. Fue este bonito Nacimiento, creo que lo saqué de la revista Labores del hogar, pero, los colores de los hilos, van según tenía, por que la economía por aquel entonces no estaba como para comprar todos los colores y una se apañaba con los que había en casa  (amén de desvalijarle la caja de los hilos a mi madre,  cosa que sigo haciendo xd.)

El año 2000, lo tuve muy Navideño, con aquello del fin del milenio, me dio por la navidad, y realicé este bonito abeto, de Lavender y Lace. Solo le falta una especie de cola de ratón, que llevaba en forma de cadena por todo el árbol, pero cuando lo puse no me gustaba el resultado así que lo quité. Y este es el efecto.

Luego hice este Christma Celta. Pero no le puse las letras ni las flores celtas que lleva el diseño alrededor, por que no acababa de convencerme. Lo peor es que lleva un montón de perlas bordadas y tuve que ir dejando los huecos, pero los colores son preciosos, es uno de mis cuadros favoritos.

Ahora mi hija Cassy, está haciendo las cuatro estaciones celtas, que le quedan geniales y que ya os enseñaré cuando las tenga todas. De momento tiene primavera, verano, en proceso otoño y le queda invierno, y navidad que también lo quiere hacer (a salido a su madre con esto del punto de cruz.).

Yo tengo empezado un proyecto, bastante peliagudo en punto de cruz, pero como estoy dale que te pego al patchwork, al redwork y ahora que he descubierto el washi ningyou, que estoy como loca por hacer algo. No tengo idea en que Navidad, podré lucir, el cuadrito de marras. Ya os iré contando.

Por lo pronto, así de bonito me ha quedado al final el panel de Nancy Halvorsen. Ya sé que los quilts se cuelgan de otra manera, pero a mi me gustaba este efecto “tapiz rústico” y la verdad me encanta el resultado.

Os agradezco a todas la atención que me prestáis, y la ayuda que me brindáis, gracias por los comentarios. Continuará…