Algunas sabéis mi afición por las labores y la lectura, pero que decir tiene que mi otra gran pasión es la escritura, sobre todo escribir cuentos. Cuando mis hijas eran pequeñas les contaba mis cuentos y luego los de Grimm o Perrault o Beatrix Potter, y siempre preferían los míos, es una gran satisfacción para una madre. Un día de la madre, mi hija Nelly, sacó un montón de cuentos del ordenador y sin decirme nada, poniendo dibujos de ella, los llevó a encuadernar, y me puso en una tarjeta que eran mis primeros cuentos publicados. Me dio más alegría que si hubiese ganado cualquier premio literario. Por eso, hoy que es NAVIDAD, quiero compartir con todas mi primer cuento. Se lo dediqué a mi hija Luan, antes de nacer . Y fue para una revistilla literaria que hacíamos en el pueblo. Ahora lo quiero compartir con todas vosotras, para que se lo contéis a vuestros hijos y nietos si los tenéis. Agradeciéndoos todos los comentarios y las entradas a mi blog. Por que son un gran aliciente en este punto de mi vida.
GRACIAS A TODAS y espero que os guste.
CONEJITO DE TRAPO
Se acercaba Navidad, y la pequeña Lucía esperaba impaciente la visita de su abuela. Desde al año anterior, Lucía tenía un nuevo amigo, el viejo conejito de trapo que su abuelita le regaló por reyes.
El juguete era realmente viejo, pero remendado y limpio, desde que la niña lo tenía, iba a todas partes con él, dormía, jugaba y comía con el viejo conejo, su mamá intentaba por todos los medios que la niña lo tirase, pero esta le suplicaba de tal modo, que el conejo siempre volvía a los brazos de Lucía.
Cuando por fin llegó la abuelita, Lucía le suplicó enseguida que le contase la historia del conejo, porque para ella, este era mágico y tenía alma.
La abuela accedió complacida y comenzó a contar la historia del viejo conejo, y la mamá curiosa de saber de donde había salido el dichoso juguete, se quedó para escuchar la historia;
“Hace muchos, muchos años, por el camino que llevaba a la aldea de Belén, pasó una carreta, en la cual viajaba un niño con su familia el niño tenía un viejo conejo de trapo. Y harto de aquel juguete lo tiró.
La carreta siguió su camino, dejando tirado, maltrecho y sucio al pequeño conejo.
Pasó por allí un peregrino, estudiante de las estrellas, al que llamaban mago, y viendo el juguete, pensó sonriendo.
_ Si yo fuese de verdad mago, te convertiría en un buen asado._ De buena te has librado _ dijo, y cogiendo por las orejas, lo lanzó y siguió su camino dejando al pobre conejo, entre unas zarzas llenas de espinas.
Al cabo llegaron una señora y su hijo;
_ ¡Mira mamá! _ Dijo el niño _ Un conejito de trapo.
_ ¡Déjalo! Es viejo, está roto.
_ Pero mamá, yo lo quiero, _ sollozó el pequeño _ Y estará pinchándose con tantas zarzas.
_ Déjalo te digo, es de trapo y no siente.
_ ¡Ay! Suspiraba el conejo, que no tengo sentimientos?, ¿Es que nadie sabe que los juguetes también tienen alma? Y vio alejarse al niño y a su mamá. Pensó que se le escapaba su última oportunidad, y allí quedo tendido, roto y desvalido, llorando solo, sin ningún amigo, que le llenara de besos, le hiciera caricias, le contara sus secretos. Y todo por ser conejo, ser de trapo y estar viejo.
Llorando estaba, lágrimas que del alma salen cuando una hermosa voz escucha.
_ ¿Por qué lloras conejo?
_ Alzando sus ojos ve a un niñito que le habla, todo vestido de blanco, alas color de plata, con los cabellos dorados y una sonrisa cándida.
_ ¿Por qué lloras conejito? ¡Dímelo! ¡Anda!
¡Ay! Si pudiese hablar, cuantas cosas le diría, pero se limita a mirar esos ojos que le miran.
¿Lloras por ser blanco y de trapo, por no servir para nada? Yo te ayudaré, porque tú tienes un alma. De camino hacia Belén, una familia se haya, el hombre va caminando y la mujer encinta, cabalga a lomos de un burro, pronto les nacerá un hijito, son tan pobres que no pueden comprarle nada y tú serás el compañero de juegos del recién nacido.
De nuevo es noche oscura, fría y solitaria, que sueño tan extraño, pero que paz en el alma.
No sabe el tiempo que ha pasado, pero alguien se acerca, caminando despacito. Es un señor que viene, con un pequeño burrito.
_ ¡José, para! _ Una suave voz escucha.
_ ¿Qué te pasa? ¿Te encuentras mal?
_ No, quiero que cojas ese conejito.
_ ¡Pero María!
_ Somos pobres y nuestro hijo no va ha tener juguetes, recoge ese muñeco.
_ Pero mujer, está roto y es viejo _ Dijo José recogiéndolo del suelo.
_ No es tan grave, si se remienda y lava tiene arreglo.
Y cogiendo al conejito, en su toga lo envolvió, le sacó todas las espinas y el camino siguió.
No hallaron alojamiento en Belén y a las afueras se dirigieron. Y en una pequeña cueva se metieron.
Al cabo de algunas horas, un precioso niño nació, Jesús, se llama el pequeño y tiene para jugar un blandito conejo.
Se ha corrido la voz en la aldea de Belén, un niño que es el Mesías acababa de nacer. La gente que acude sonríe al ver, a un niño chiquito que duerme con un conejito.
El niño que lo tiró, no lo puede creer, su viejo conejo blanco, jugando con el bebé.
El mago peregrino no da crédito a sus ojos, ese juguete que no se pudo comer, sirve ahora para almohada de Emmanuel.
La madre y su hijo, lloran al ver, al juguete de trapo que alma no podía tener, goza ahora de las caricias de este pequeño rey.
La abuelita termina el cuento, la pequeña se ha dormido abrazada al conejito. Esta miró fijamente a su hija.
_ No hay nada peor, que ser viejo y no servir para nada _ le dijo.
_ Pero tienes alma, mamá y el alma no envejece, tú eres como el viejo conejo.
Jota- Cuento elaborado, para la revista “arcilla” 1991
Wishing you a wonderful Christmas season! (I love your story.)
ResponderEliminarMargaret (and Mandu)
Jota bonita, qué cuento más hermoso, eres toda una maga de la escritura!!!, no me extraña que tus hijas prefirieran tus cuentos a los tradicionales... te felicito por este don que tienes, un besote
ResponderEliminarPrecioso cuento, yo estoy segura que los objetos tienen el alma que nosotros le ponemos, me ha gustado mucho!!! Gracias por compartirlo, un beso grande!!! y que nuestra alma siga creciendo aunque nuestro exterior se ponga viejito!!!!
ResponderEliminarAins... pero si casi lloro, tengo todo el vello de punta, que cosa más bonita jota, no me extraña que tu hija te regalara la maravilla de publicarlos ella misma, tienen un valor que no te imaginas.
ResponderEliminarUn beso enorme¡¡¡
Un cuento maravilloso , tienes un don para la escritura , aprovechalo , y muchisimas gracias por compartirlo con nosotras .
ResponderEliminarBesos , Anna