Hola
Chicas, un domingo más aquí estoy para contaros otra de esas historias
fantásticas, desconocidas por muchos, y que pasan desapercibidas por la vida,
hasta que una de repente se “ tropieza” con ellas, y se pregunta, porqué esta
historia no es más conocida???; mi respuesta siempre es la misma, “ en un mundo
de hombres las mujeres tenemos que hacer mucho ruido para que se nos tome en
cuenta”…Constance fue una de esas mujeres.
Constance
nació en 1775 en Francia, fue una pintora de retratos, temas alegóricos,
miniaturas y obras de género, tuvo una carrera brillante, aunque muy amarga,
también un amor verdadero pero qué acabó en tragedia…pero su historia no la
escribió ningún Shakespeare.
La
pequeña Constance era hija de un exitoso funcionario del gobierno Francés, ella
pintaba escenas de género y retratos desde una edad temprana, a los 20 años
empezó a adoptar un estilo de pinceladas más suaves y a realizar escenas
sentimentales, pues había tenido unos buenos instructores, Joseph Benoît Suavée
y Jean Baptiste Greuze.
Después
de la Revolución Francesa, la sociedad se instaló en un estilo de vida más
tranquilo en el que las pinturas en miniatura y los retratos, se hicieron muy
populares.
Constance
pintó retratos de mujeres y niños, escenas familiares, autorretratos y
miniaturas de su padre, logrando así cierto grado de éxito.
Sensible
al punto de vista de las mujeres artistas, Constance presentó su trabajo como
estudiante de sus maestros antes nombrados, para que fuesen más aceptables para
el público. También trabajó en el estudio de Jacques Louis David en 1801, y
adoptó un estilo directo simple bajo su tutela, pero aún representaba escenas
sentimentales. A partir de 1802, Conoció a Pierre Paul Prud´hon y comenzaron
una tortuosa relación.
En
muchos sentidos, había más como compañeros qué cómo amantes, habían expuesto en
el salón y a diferencia de Prud´hon, ella había recibido una mejor educación en
arte.
Prud´hon
fue elegido para pintar un retrato a la emperatriz Josephine esposa del
Emperador Napoleón, entonces la esposa del pintor en un ataque de celos, afirmó
que este estaba teniendo una aventura con la emperatriz. La esposa de Prud´hon
fue detenida en un asilo (un psiquiátrico donde pasó el resto de su vida, y
milagro que no le cortasen la cabeza por decir tamaña temeridad). Entonces
Prud´hon recibió la custodia de sus cinco hijos.
Tiempo
después, el artista se “separó” de su esposa, y el emperador le dio un
apartamento en la Sorbona, Napoleón que también le había comprado varias obras
a Constance, también le dio una apartamento allí, así de esta manera desempeñó
un papel cómo asistente de Prud´hon, crió a los cinco hijos de este y se
convirtió en “su alumna” favorita.
Retrato de la Emperatriz -Prud´hon |
Desde
1804, las obras de Constance y Prud´hon, tuvieron un gran reconocimiento,
siendo los artistas elegidos por Napoleón, frecuentaban la corte imperial y
recibían numerosos encargos.
En
mayo de 1821 la esposa de Prud´hon murió, desde su lecho de muerte, hizo
prometer a su marido que jamás volvería a casarse y el artista, acaso obligado
por una fidelidad mortuoria o por piedad hacia la tranquilidad de la moribunda
en el más allá, accedió al juramento.
Este
hecho provocó una crisis en la vida de Constance, él, además negó reconocer su
ayuda después de los muchos años que ella le había dedicado, como asistente,
alumna, ama de llaves y amante… entonces ella cogiendo la navaja de afeitar del
artista, se la pasó por la garganta (a ella, no al artista, lo que hubiese sido
más acertado bajo mi punto de vista). Dicen que él se quedó un poco “tocado”
muriendo dos años después en 1823.
Vivieron
juntos, trabajaron juntos y están enterrados en la misma tumba del cementerio
Pére Lachaise.
Como
a menudo a pasado y aunque nos parezca mentira aún pasa, mujeres artistas que
se asociaron con otros artistas masculinos más conocidos, se afirma que ella no
produjo todo el trabajo que se le atribuye y debido a su larga y estrecha
relación con Prud´hon, todavía no se sabe exactamente qué obras pintaron uno o
el otro.
Todavía
a día de hoy se alienta la sospecha y se difunde la infamia. La obra “The Sleep
of Venus and Cupid” (el Sueño de Venus y Cupido) pintada por Constance Mayer en
1906, que es además una de las más conocidas, pertenece a la Wallace Collection
inglesa, que anota desde su web que “la idea inicial del cuadro” es de
Prud´hon, éste dejó la ejecución a su alumna y querida, la cual se limitó a
imitar deliberadamente el estilo de su amante.
Vamos
unos graciosos estos entendidos en pintura, esto nos da la seguridad que los
prejuicios no han cambiado absolutamente nada en doscientos años.
"The Sleep of Venus and Cupid” |
En
1812, cuando Constance Mayer presentó en público su cuadro “L´amour séduit
l´innocence le plaisir l´entraîne le repentir suit” (El amor seduce a la
inocencia, el placer lo derriba, el arrepentimiento sigue) un crítico escribió “una
mujer debe limitar sus actos a pintar unas flores o a dibujar sobre el lienzo
los rasgos de sus queridos padres. Ir más lejos es mostrar una naturaleza
rebelde, es violar las leyes de la decencia”. Toma ya la frasecita del señor
crítico del “Cromagnon”.
“L´amour séduit l´innocence le plaisir l´entraîne le repentir suit” |
Cómo
os he dicho antes los pormenores de esta singular pareja de artistas merecen al
menos una ópera de calado dramático (qué frase más absurda, por qué todas las óperas son dramáticas, pero queda bien).
Tras
la muerte de Proud´hon, sus hijos (ingratos) borraron las huellas de Constance
Mayer, que no tenía herederos (había dedicado su juventud a cuidar a esta panda
de egoístas) lo hicieron literalmente, suprimiendo la firma de la mujer de los
cuadros y los colocaron en el mercado atribuyéndose a su padre.
La
Similitud de estilos, la pareja trabajó siempre en hermandad, en ocasiones el
uno terminaba el cuadro que había comenzado el otro, y la segregación femenina
hicieron el resto; Constance Mayer se convirtió en un fantasma.
Por
eso su historia, merece ser leída, y recordada, sus cuadros admirados, y sobre
todo la consideración de todas las
mujeres que luchamos día a día de una manera o de otra por qué nuestros logros
sean incluidos en la historia.
Agradeceros
nuevamente a las que semanalmente me seguís en estas locas historias de las que
nadie habla, también los ánimos y las palabras de aliento que me habéis
dedicado para mí incursión del martes en el quirófano, espero estar el domingo
que viene y muchos otros para contaros otras historias locas… besos!!!
Que injusto ha sido todo siempre para las mujeres,la verdad que la pobre no tuvo suerte en nada ni con el amor ni finalmente con su pintura, que no fue del todo reconocida , triste muy triste
ResponderEliminarHoy como todos los domingos. Leo tu historia con deleite . Y bueno no se de que nos extrañamos,las mujeres siempre invisibles. Un relato precioso a la par que triste. Besitos Jota cuidate mucho y esperando el siguiente .💖💖💖💖😍
ResponderEliminarGracias gracias otra estupenda historia con los mismos resultados para la mujer
ResponderEliminarHola Jota. Interesante y a la vez, no se si decir triste o de sumisión por parte de ella que se conformó y egoismo y machismo (( como siempre )) por parte de ellos. Que todo te vaya bien querida y gracias por tus relatos..
ResponderEliminarCómo que espero estar? Pues claro. Sólo faltaba eso. Ni lo pienses.Aquí estaremos esperándote.
ResponderEliminarUn domingo más ne me deleitó con tu lectura. Hay tantas mujeres geniales que quedaron en el olvido, gracias a la supremacía del hombre, que habría que reescribir de nuevo la historia, y hacer un merecido reconocimiento a tantas y tantas mujeres. Que tengas suerte en el quirófano, y ojalá el domingo próximo te leamos de nuevo.
ResponderEliminarPues es así la historia de muchas mujeres artistas, no sólo en la pintura, y es tónica general que se las solapen o directamente se las invisibilice.
ResponderEliminarEs lo malo de estar junto a un genio masculino y de que la historia la escriban hombres.
Hay mucho aún por descubrir y mucho por lo que trabajar.
Que no sea nada tú intervención, y te esperamos pronto y bien.
Besos grandes para ti.