Otra vez aquí, como os hablaba en
mi anterior post, el código en el tejido de Punto, durante las dos Guerras
mundiales, fue utilizado como espionaje…
Otra de las mujeres que usó el
tricotado para ello, fue Elizabeth Bentley, (1908- 1963) una estadounidense que
espió a la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial y más tarde se convirtió
en informante mediante sus tejidos de punto, en los que transcribió información
sobre los incipientes planes para las bombas B-“9 e información sobre la creación
de aviones.
Su libertad política suponía una
amenaza para la restitución de la “normalidad” así que los distintos gobiernos
tomaron medidas para devolverlas al hogar, entre ellas promocionar el trágico
final de muchas mujeres espías, cuyas violentas muertes se convirtieron en una
especie de culto macabro que pretendía disuadir a las mujeres de espíritu libre
de seguir “jugando” a ser independientes.
Muy del estilo medieval, sin duda
alguna…
Uno de los casos que se mitificaron
fue el de la espía Edith Cavell, cuya fama se debe menos a sus acciones reales
que a las circunstancias de su muerte, y a cómo fueron aprovechadas por la
propaganda de los “Aliados”. Cavell, inglesa residente en Bélgica permaneció en
la Bruselas ocupada por los alemanes, proveyendo de escondite a los soldados
aliados y ayudando a más de 200 de ellos a escapar hacia la neutral Holanda.
Los alemanes descubrieron sus acciones en 1915 y la acusaron de espionaje y
colaboración con el enemigo. Tras su arresto, ella confesó los delitos que se
le imputaron, fue sentenciada a muerte y fusilada…Igual que Mata Hari, pero sin
tanto glamour.
Edith Cavell |
Los Aliados, rescataron su historia,
(Que no a ella) y la convirtieron rápidamente en material de propaganda; una
muestra de las atrocidades cometidas por los bárbaros alemanes. Y funcionó
claro, como otras tantas historias propagandísticas… a si, la indignación
estalló no sólo en Reino Unido, sino también en Francia y al otro lado del Atlántico.
Se erigieron monumentos en su honor y hasta se bautizó una montaña en Canadá
con su nombre. Sin embargo cabe recordar que por esos mismos días los franceses
fusilaron a una enfermera alemana por ayudar a sus compatriotas a escapar de
Francia y que el MI5 (Agencia de Inteligencia Británica) reveló que en efecto
Cavell estaba espiando para los ingleses, por lo que las acusaciones de los
alemanes resultaron ser ciertas. Algo, que tras la Guerra también se aprovechó
para disuadir a las mujeres de “Jugar a la guerra y tomar decisiones propias en
el futuro”… cambiaron el “Que viene el coco” por el “que vienen los alemanes,
los rojos, o los que fuesen, para meter a las mujeres en casita, no salir, no
trabajar, no opinar y convertirse en “criadas para todo”…
Así es como en el imaginario
colectivo se olvidó la figura de las espías tejedoras y se redujo el papel de
las mujeres espías a mártires como Cavell o a seductoras como Mata Hari, a la
que se le han atribuido calificativos como el de fría, egoísta, vengativa o
capaz de provocar una atracción a los hombres prácticamente demoníaca. Es
decir, seres erotizados y sin escrúpulos que por lo general no han estado muy
bien vistos pues se han vinculado tradicionalmente al estereotipo de mujeres
como seres de los que no te puedes fiar y que usan el sexo para conseguir
cualquier propósito… Pobrecitos hombres, que penita me dan.
Pero, tal y como os he hablado, los
distintos mitos de las mujeres espías no atienden a la realidad de tantas
mujeres que pusieron en peligro su vida, y a veces la perdieron, sino que no de
de ser la expresión de un miedo social extendido que ayudaba a dar una
explicación a la naturaleza, en principio inexplicable, de los horrores de las
dos Guerras Mundiales, y, ya de paso, nos dejaban de nuevo a las mujeres bien
guardaditas en casa, tejiendo bufandas, sin nudos extraños.
Aunque la próxima vez, que estés en
una sala de espera, un terminal de autobús, un parque y veas a una mujer de
cualquier edad tejiendo, pregúntate, si estará espiando o simplemente es porqué
adora tejer y no puede estar como decía mi madre “mano sobre mano”… gracias por
seguirme, y gracias por vuestros comentarios, nos vemos pronto con más
historias sobre tejidos, patchwork, crochet y todo lo que la imaginación nos prometa…
Besotes!!!
Me encanta todo lo que me acabas de contar Jota..... eres una fuente de informacion inacabable!! Verdad verdadera que a lo largo de la historia las mujeres, en distintos ambitos y momentos, hemos sido,( aun lo seguimos siendo desgraciadamente, por mucho que creamos haber avanzado), meros instrumentos de los que poder prescindir cuando ya no son requeridos, y relegados a posiciones "inferiores" o degradadas, carentes de importancia para segun quienes, y cuyas preferencias o elecciones, dejaban de estar en sus manos para estar en manos de sus maridos, padres u otras figuras paternofiliales.
ResponderEliminarHacia mucho que no me pasaba por blogger y estoy tratando de retomar el blog poco a poco, me encanta volver a leerte, y como te decia, empaparme de esa fuente inacabable de informacion que nos brindas en estas entradas. Un besazo!!
Otra Entrada que me ha gustado!
ResponderEliminarFelicidades, y gracias por los datos!