Buscando en el baúl de los recuerdos… y encontrando

Hola chicas, que tal la semana???? Supongo que bien, viendo como todas andáis atareadas cosiendo, me imagino que estamos todas de “maratón” jejejeej.

Bueno, os acordáis de aquella canción de Karina??? Claro supongo que si, toda la letra a lo mejor no, pero el estribillo jejejej, “que poco significan las palabras uhhh si cuando sopla el viento se las lleva tras él, y queda solamente los recuerdos uuuh, promesas que volaron y no pueden volver…”

Ains que bonito!!!, el caso es que ayer, echando un vistazo al “Didi blog” (para ver si era la afortunada ganadora del Boys todo hay que decirlo). Pues vi. que Didi tenía un nuevo “reto-Sal” con un nenúfar precioso de fieltro para los bombones o en el caso de las que estén a dieta, para los huesos de las aceitunas ( jejejej).

Y aunque mi memoria no es lo que era, lamentablemente, recordé que yo, había hecho esa labor, hace “eones” vamos, un porrón de tiempo, tendría yo ocho o nueve años, lo hice para el día de la madre, pero la mía siempre fue muy “especial” y el nenúfar estuvo en un cajón desde que lo llevé a casa de la escuela y cuando me casé, lo encontré entre otras cosas, en una de las cajas, mientras montaba mi nuevo hogar. En algunas ocasiones sobre todo de recién casada lo saqué algunas navidades, pero cuando me cambié de casa, volvió a una caja y esta mañana la he pasado buscando por que os lo quería enseñar.

“Vive siempre con ilusión si cada día tiene diferente color, Porque todo llega a su Fin después de un día triste nace otro feliz… Buscando en el baúl de los recuerdos uuuh!!! Cualquier tiempo pasado nos parece mejor, volver la vista atrás es bueno a veces uuuh mirar hacia delante es vivir sin temor…”

El asunto es que en el caja, y junto al nenúfar, había más cositas, que no es que estuviesen olvidadas, pero hace mucho tiempo que las hice y ya no se usarán de nuevo, son algunas de las sabanitas que les bordé a mis hijas para la cunita, casi todas tengo que decirlo, se las hice a la mayor, a Cass, por que luego llegaron las otras dos, Nelly y Luan, y todo estaba tan nuevo y yo tenía tan poco tiempo, que apenas me quedaba para bordar cositas. Regalé algunas, las que hice con la máquina, a una prima mía, pero estas me las quedé no se por qué, el caso es que esta mañana he tenido un ratito de recuerdos…

Bordado en el embozo de las sabanitas... está echo a cadeneta.

“ Los recuerdos son el pasado, cuando queda tanto por andar Uuuuh” Buscando en el baúl de los recuerdos uuuh cualquier tiempo pasado nos parece mejor, volver la vista atrás es bueno a veces uuuuh, mirar hacia delante es vivir sin temor…”

También algo, que hice de más pequeña aún que el nenúfar, y es mis primeros pasos en el punto Yugoeslavo, recuerdo que fue una de mis primas, Victoria, la que me enseñó, nos pasamos todo un verano, haciendo cositas, ella de punto de cruz, yo de punto Yugoeslavo, y estos son los dos que realicé, los tengo un cariño especial tanto no más por que los hice con apenas siete años, si no por que me quedaron tan bien, ya creo que soy incapaz de  volver a coser así de bien, era un don, el que yo tenía y que por circunstancias de la vida, perdí, cuentan que mi bisabuela Lucía tenía ese don, el de bordar, Qué curioso que ahora apenas nadie sabe coger una aguja y un dedal y mucho menos una niña pequeña, pero esas tardes haciendo labores, con mi prima, o luego más adelante con alguna amiga, o si me podía “colar” en el corrillo de las mayores, fueron junto a mis lecturas, las horas mas maravillosas de mi infancia, aunque siempre sentía envidia por que a mis amigas las dejaban jugar en la calle y yo siempre estaba relegada a hacer algo “práctico” ya os he dicho que mi madre siempre a sido “especial”. Bueno al menos tengo unos bonitos recuerdos de todo aquello, ahora cuando lo cuento, parece que hablo del siglo XIII, pero en realidad, tampoco soy tan vieja…

Esta es mi primera labor a punto Yogoeslavo, con Panamá 

Esta la hice después, también en Panamá blanco.

La vuelta de ganchillo, la empecé yo, pero al final la terminó mi madre, pues el ganchillo es su pasión.

“Si cada día tiene diferente color, después de un día triste nace otro mejor, Vive siempre con ilusión si cada día tiene diferente color, porque todo llega a su fin después de un día triste nace otro feliz…”

Y para terminar a petición de Didi, os enseño mi Top “Chapucero” que lo he hecho yo un poco a “mi bola” y es la primera vez que acolcho a máquina y no creo que lo vuelva a intentar por que no me gusta nada, en fin, que aquí está, le he puesto un bies, de las mismas tiras del Jely Roll que usé para hacer los cuadritos, y la trasera es de Ikea.

 Didi dijo que usásemos tela blanca, pero yo mirando, por el Baúl ( el de las telas, el de los recuerdos ya lo he cerrado) vi que tenía unos trozos de unas cortinas que me sobraron, blancas con ramas en negro y unos puntitos en naranja casi inapreciables, y esa es la que he usado, yo creo que queda bien, al menos Cass y Luan se han “pegado” por llevársela a su cama, al final a ganado Luan por que Cass se ha ido a dormir a casa de una amiga, ya veremos mañana si no hay vuelta a pelear jajaja y eso que no es gran cosa, pero a ellas les ha hecho ilusión , por que mi otra manta o TOP, se la regalé a mi hermana y claro, esta se quedaba en casita.

Por detrás

Dobladito

Y como no, aunque por los pelos, he terminado el corazón de maratón organizado por Pilar de “Esencia de Lavanda” consistía en un corazón navideño, pero que cada una lo montase o realizase a su manera, yo lo he hecho para colgar a modo de pequeño cojín, pero le he cambiado los colores, he utilizado Aída azul, y he cambiado los rojos y verdes navideños por amarillos y lavanda (en honor a Pilar).

Y mientras estaba terminando el bies, mirad que panorama, Theodora y Hole, (nueva en la familia, es de mi hija Nelly). Hole solo viene a casa los fines de semana, y Theodora se pone como loca pero este finde, no se si es por que ya se va acostumbrando o por que barruntan frío, las dos, encima mía, sin dejarme de coser, si es que una ya a quedado para atraer a los “bichos” ains que pena.

Gracias a todas por vuestro cariño, comentarios y visitas, tanto a las que pasáis dejando huella como a las que lo hacéis de puntillas, sois maravillosas.

Los hombres pasan, los recuerdos quedan, como quedan las obras de los que algo hacen.

Víctor Montenegro

Didi, yo quiero uno como este jejejeej.